Gracias a los cariñosos, por vuestro apoyo y abrazos.
Gracias a los escépticos, porque ellos nos ayudarán a aterrizar las ideas
Gracias a los coherentes, porque sin ellos no tendría nada sentido
Gracias a los apasionados, porque ellos encienden la llama
Gracias a los que estáis siempre listos, porque siempre estáis ahí
Gracias a los soñadores, porque miran más allá
Gracias a los que estáis educando en los grupos, porque no olvidáis nunca el objetivo principal: lo importante de todo esto son los chavales, las experiencias y los valores que les estamos transmitiendo.
Y gracias a Dios. Que su fuerza, Amor, entusiasmo y alegría nos acompañen siempre.
Señor Jesús,
enséñanos a ser generosos,
a servirte como Tú mereces,
a dar sin medida,
a combatir sin temor a las heridas
a trabajar sin descanso
sin esperar otra recompensa
que la de saber que hacemos
tu santa voluntad
AMÉN
Si logramos hacer carne y hueso esa oración, no hay nada que temer.